Es como empezar, un día, a caminar unos 15 minutos para ir a mi trabajo y mientras camino, recordar las veces que andaba perdido, dejando que un taxi me mostrara un posible camino a un lugar ahora no tan desconocido, imaginando lo que sería vivir en una ciudad diferente a la que había vivido y quizás, lo mejor de todo, tener la posibilidad de hacer lo que después llegué a decir que era mi deseo: pensar. Recordar que ese deseo se atraviesa por otros que habían tomado forma poco a poco, deseos que me llevaron a estar caminando ahora a mi trabajo: el deseo de redefinir el tránsito que me había trazado para mí, buscando la posibilidad de lograr una (¿anhelada?) estabilidad laboral; y el deseo de marcar diferencias por lo que había hecho hasta ese momento para volver a sentir la extrañeza de lo desconocido.
(Relato escrito durante el Momento 3 del Seminario “Preguntas por las epistemes y los métodos de investigación de un colectivo” del Colectivo de Investigación en Arte y Cultura del semestre A-2018, en la conversación liderada por Patricia Triana)