Estamos despiertos más tiempo
Sala de Exposiciones Darío Jiménez, Centro Cultural, Universidad del Tolima, 16 de mayo al 10 de junio de 2018.
Estamos despiertos más tiempo. Diseño curatorial Oscar Ayala. Conversación curatorial Mónica Romero. Asesoría museográfica Ana María Bernal. Video Ricardo Pérez. Construcción de mobiliario Angélica García. Diseño plegable Patricia Cervantes. Montaje Colectivo Grafito.
Agradecimientos a Liliana Sánchez y, especialmente, a Ingrid Benítez por la conversación permanente.
Estamos despiertos más tiempo
La luz eléctrica ha abolido las divisiones entre la noche y el día, el interior y el exterior, lo subterráneo y lo superficial. Ha alterado todas las consideraciones de espacio dedicado al trabajo y a la producción tanto como otros medios eléctricos han alterado la experiencia espacio-temporal de la sociedad.
Marshall McLuhan, Comprender los medios de comunicación
Mucho tiempo ha pasado ya desde que sacamos la oscuridad de la noche. Primero con incipientes fuentes de luz y después con constantes flujos de energía, logramos que nuestras noches se comporten como un lugar donde siempre seguimos en acción. Cuando conquistamos y penetramos las sondeables profundidades de la oscuridad, comenzamos un ingente proceso de transformación de nuestra percepción. Las derivaciones del flujo constante –predominantemente eléctrico- de percepción, nos ha permitido extender los sentidos con los que jugamos a comprender el mundo y, en una sucesión intensa e infinita de ciclicidad, (re)configurar los medios y las mediaciones que nos permiten realizar intercambios de contenido, entre nosotros y entre (con) el mundo.
Es con la transformación de nuestra percepción que hemos tenido encuentros con la invención, y con ellos, delimitamos pasajes por los que atraviesa el universo de emociones, sentimientos y pensamientos que conforman perceptivamente nuestro mundo. Cada pasaje demarca un momento, una época específica, mediática, en la que aparecen las condiciones con las que esa época actúa sobre cada uno de nosotros y con las cuales es reconocida.
En algunas ocasiones, hay que detener el impulso condicional que cada medio genera, dejando en suspensión el influjo contenido en él. Una de las maneras de lograr este acometido, es entrando al museo para que, con sus operaciones, comprendamos las manifestaciones condicionantes de un medio. Es en el instante de la suspensión operada por el ambiente museal, que se pueden ver los movimientos torpes que adquirimos con los ambientes generados por cada uno de los medios con los que nos rodeamos y exponemos; siendo fundamentales, aquellos que se crean en entornos modulados por la electricidad.
Ahora bien, con la electricidad ganamos la aceleración necesaria para el procesamiento de masas de contenido, lo que ha permitido volcar nuestros impulsos a la conquista de nuevas extensiones –siempre por venir- de ambientación mundana. Extensiones que continuarán configurando (escenificando) los gestos, medios y espacios con los que traduciremos los flujos de forma y contenido.
Seguiremos despiertos más tiempo, sólo para ver como desaparece, el medio que nos atrapa.
Dilatar el tiempo del encuentro
Mónica Marcell Romero Sánchez
Acelerar-percibir-detenerse-observar-detallar, y de nuevo: percibir-detenerse-observar-detallar-acelerar.
Nuestros encuentros eran cada miércoles a las 6 a.m. por skype o hangout. En siglos anteriores esto hubiera sucedido de otra forma.
Conversábamos sobre las acciones relacionadas con cada objeto que iría en la muestra, sobre los documentos que Oscar preparó previamente y las preguntas que a mí me surgían como lectora. En otros momentos hablábamos de las posibles materializaciones de los pasajes eléctricos y mecánicos que estarían en la sala de exposición.
También se colaron palabras y preguntas en torno a la transformación de los objetos en el espacio museográfico. La idea de respirar perceptivamente iba tomando fuerza en relación a lo que sucedería con los objetos allí instalados. Si bien éstos convocaban a reflexiones que parten de la técnica, la intencionalidad era no reducir la exhibición a ella; sino que la disposición espacial, las acciones, los materiales y los gestos incluidos, nos hicieran caer en cuenta que detrás de los objetos hay acciones humanas y que cada una de éstas es una pregunta.
Lo anterior invita a mirar las acciones contenidas en los objetos instalados y las relaciones que uno pueda establecer. Desde rememoraciones afectivas o históricas, hasta preguntas vigentes relacionadas con los modos en que los medios transforman nuestros modos de percibir realidades y afectan las posibilidades de encuentro con otros o entre nosotros.
Precisamente, visibilizar el pensamiento humano que precede al objeto, es uno de los ejercicios que Oscar nos propone en esta muestra. A los objetos seleccionados, les antecede una época y una historia, así como transformaciones importantes en la manera de comprender el mundo y acciones derivadas de sus usos. De alguna manera, los objetos, han conformado para sí mismos un ambiente que intenta poner de manifiesto gestos que se hacen perceptibles en la medida en que uno decide estar en el espacio museográfico.
Incluso a unos días de abrir la exposición es a través de los medios que nos permitimos esta conversación y en la que fue posible volver a pensar juntos a través de las pantallas.
Gracias Oscar por esta invitación y que los visitantes disfruten estar en medio de los medios, atentos a sus percepciones.
Más información en https://oscarayala.com/escenificar/