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Terminé de escribir sobre mi paseo…

Ahora estoy tratando de arreglar un poco la casa y botar toda la basura que he acumulado por años. Es una tarea muy grande y siempre que lo hago me da una sensación muy rara. Pero creo que es se tiene que hacer. Estoy pensando que hay que empezar de nuevo. Dejar solamente lo necesario. Ahora, después de unos buenos meses por fuera, estoy empezando a ver y a sentir de nuevo el golpe del trabajo. La rutina. Hay que limpiarse siempre para que no sentirse abatido. Também é bom não esquecer o idioma que aprendi em meu passeio.

Volando

Pedí ventana. Quería ver el cruce del río A y el río N llegando a M, donde mi vuelo hacia escala. Durante todo el vuelo tuve un solo pasajero cerca mío, que se sentó en la silla cerca al pasillo. Después de la escala en M, no hubo pasajero cerca. Mi mp3 se había dañado. No pude escuchar música durante todo el vuelo. Para pasar el tiempo, terminé de leer el último periódico que había comprado. Leí:

UM JORNAL A SERVIÇO DO BRASIL *** WWW.FOLHA .COM.BR FOLHA DE S. PAULO DIRECTOR DE REDAÇÃO: OTAVIO FRIAS FILHO QUINTA-FEIRA, 24 DE MAIO DE 2007 EDIÇÃO SÃO PAULO, CONCLUÍDA Á OH04 * R$2,50

Brasileiro gasta 146 dias para pagar tributo
Contribuintes têm que trabalhar até sábado, dia 26, apenas para cumprir as obrigações fiscais com os três níveis de governo

MARCOS CÉZARI
DA REPORTAGEM LOCAL

Carga tributária deste ano requer um dia mais do que em 2006, segundo estudo do IBPT; classe média é a mais exigida, com 156 dias

Os brasileiros terão de trabalhar até sábado, dia 26 deste mês, somente para o pagamento de tributos neste ano aos governos federal, estaduais e municipais. Desde 1 de janeiro, em média serão 146 dias de trabalho – um dia mais do que o tempo gasto em 2006.

A carga tributária no ano será de 40,01 % sobre a renda desses trabalhadores. Por tipo de tributo, a carga fiscal é dividida em 14,72% sobre a renda, 22,54% sobre o consumo e 2,92% sobre o patrimônio.

Os cálculos são de estudo sobre os dias trabalhados para pagar tributo, divulgado ontem pelo IBPT (Instituto Brasileiro de Planejamento Tributário), entidade que reúne profissionais que se dedicam a estudos tributários de natureza institucional, setorial e empresarial.

Segundo o IBPT, a cada ano os brasileiros têm destinado a maior parte da renda para cumprir seus compromissos tributários como o Estado. Prova disso é que, em 2003, 36,98% do rendimento bruto era destinado àquela finalidade. Um ano depois, já eram 37,81%, índice que subiu para 38,35% em 2005 e para 39,72% em 2006.

O IBPT também calculou o tempo de trabalho por faixa de renda. O estudo mostra que a classe média – renda entre R$ 3.000 e R$ 10 mil – é a que mais trabalha para satisfazer as exigências tributárias dos três níveis de governo. Esses contribuintes ainda terão de trabalhar até 5 de junho – ou seja, 156 dias – para pagar impostos e contribuições. A carga anual será de 42,70% (19,17% sobre a renda, 20,51% sobre o consumo e 3,02% sobre o patrimônio).

Segundo o estudo, os principais tributos sobre o salário são o Imposto de Renda, a contribuição à Previdência Social e as contribuições sindicais. No hora de consumir, o contribuinte terá que pagar ICMS (estadual), ISS (municipal) , IPI, PIS, Confins e CPMF (federais). Se tiver imóvel (casa, apartamento ou terreno) e carro terá que pagar IPTU, IPVA, Cide, ITCMD, ITBI e ITR. Além desses tributos, arca com o pagamento de taxas de limpeza e iluminação pública, coleta de lixo, emissão de documentos e outros.

A classe alta – para o IBPT, os que têm renda média mensal superior a R$ 10 mil – vem em segundo lugar no ranking dos que mais trabalham para pagar tributos. São 152 dias por ano, até 1 de junho. Esses trabalhadores têm carga fiscal de 41,73%, sendo 21,13% sobre a renda, 16,82% sobre o consumo e 3,78% sobre o patrimônio.

A classe baixa – na definição do estudo, os que têm renda média mensal até R$ 3.000 – é a que menos tem de trabalhar para cumprir seus compromissos fiscais. Ainda assim, são necessários 141 dias para satisfazer a voracidade fiscal – período já cumprido na segunda-feira, dia 21 deste mês. Os 38,75% de carga fiscal anual são divididos em 12,93% sobre a renda, 22,97% sobre o consumo e 2,85% sobre o patrimônio.

O dobro dos anos 70 e 80
A voracidade dos fiscos brasileiros é tão grande que hoje é preciso trabalhar o dobro que se trabalhava nas décadas de 70 e 80 para pagar todos os tributos (ver quadro). Nos anos 70, a média anual estava em 76 dias, segundo o estudo. Nos anos 80 quase não houve mudança – eram 77 dias. Desde 1999, em todos os anos os brasileiros tiveram de trabalhar mais para pagar tributos.

Segundo o IBPT, dois paises europeus (Suécia, 185 dias, e França, 149 dias) exigem que seus contribuintes trabalhem mais dias por ano do que o brasileiro para o pagamento de tributos. Mas com uma diferença: o cidadão tem a contrapartida do que paga, uma vez que o Estado oferece serviços de qualidade e não cobra por eles.

Em outros paises os contribuintes trabalham menos tempo para ficar em dia com o fisco. Os espanhóis precisam trabalhar 137 dias; os norte-americanos, 102 dias; os argentinos, 97 dias; os chilenos, 92 dias; e os mexicanos, apenas 91 dias.

En eso se me fue un buen tiempo. Después, trate de dormir pero no pude. Después, dieron algo de merienda. Cuando termine de leer el periódico, continué leyendo un libro que habia empezado a leer en B. Luche mucho para concentrarme, pero perdía el ritmo de la lectura con facilidad, al cabo que terminaba dormitando. Después de unas 4h de vuelo, aterrizamos en M. Pude ver solamente la inmensidad del río A pero no pude ver mas. Después de la escala (Casi todos los pasajeros iban para M. En el avión quedamos algo así como unos 20 pasajeros que iban para B. Al rato de haber despegado de M (Faltaban 3h30 para llegar a B) iniciaron sirviendo la comida. Cuando estaban preparándola, hubo amenaza de turbulencia, así que todos nos quedamos muy quietos en nuestros asientos. Demora en la comida. Pasada la turbulencia, llego la comida. Comí de buena gana (ya no recuerdo cual era el menú) y me tomé unas buenas copas de vino. De hecho, cuando me estaban sirviendo la primera copa, la botella se acabo. Me dijeron que esperara un momento mientras buscaba otra botella, pero cuando estaban es eso, de nuevo turbulencias y todos a sus asientos. Cuando paso la turbulencia, me trajeron el vino, pero esta vez, me sirvieron un buen vaso. Cuando termine de tomarme los dos buenos vasos de vino, esta un poco embriagado, así que me dedique a dormitar, lo que hice por un buen momento, mientras recordaba los buenos momentos que había pasado en mi paseo. Cuando me incorporé, ya estábamos sobrevolando C. Faltaba mas de una hora para aterrizar. En eso pasaron las azafatas dando un papelito, en donde se debía declarar, para la Dirección de Impuesto de C, todas las cositas que llevaba y otras preguntas sobre lo que me había gastado en el viaje. No me gusto para nada que me preguntaran eso. Hice al un lado el papelito y al rato lo llene. Ya no me acuerdo que respondí. Cuando el piloto anunció que estábamos pronto para aterrizar en B, me dedique a ver, en la oscuridad, las lucecitas que se veían por mi ventana. Fue divertido: Alcanzaba a ver los carros, las motos andar por los arrevesados caminos y por las amarillas calles de las ciudades. Muchos pueblos y ciudades, conectados. Ahora si, en breve, estaré aterrizando en B. Llegando, cogí mi equipaje de mano e inicié el descenso a desconocidísimo Aeropuerto de B, al que tantas veces he ido, pero solo a acompañar a un conocido irse. No conocía el arribo internacional. No me gustó. Pequeño y atropellado. A esa hora, mucha gente andaba llegando. Con un poco de confusión, busque mi maleta y me fui a entregar el papelito con la información sobre lo que traje. No me requisaron. Después me entere que molestan más a los pasajeros que vienen de P. No entiendo la paranoia que tienen en este país con las posibles mercancías de contrabando que puedan venir de P. Paranoia, que se convierte en molestias para los cansados pasajeros. Total, en cinco minutos estuve afuera, tratando de encontrar dentro de todos los que esperaban, alguien conocido. En un primer vistazo, no vi a nadie. Ya estaba pensando en llamar, en buscar una moneda que me sirviera, monedas que no tenía a disposición desde hace tres meses, en buscar el número de mi padre, el cual no lo tenía a la mano. Pensando en eso, me encontré con Y. Una cara conocida. Mi padre venia en camino. Con Y, fuimos a tomarnos un café mientras esperamos. De nuevo en casa, de nuevo en un lugar conocido, de nuevo un lengua familiar, de nuevo… Llegó mi padre y H: Para la casa. Pero antes: ¡Los taxis son amarillos!

Últimos días

Anduve buscando los últimos presentes. También confirme mil veces mis pasajes. En los últimos días. En la casa hubo un poco de conmoción. Recibieron como invitado a un profesor que dirige una comunidad de pensamiento… bueno no se muy bien como decirlo… algo así como una mezcla de ideas japonesas y comida vegetariana. Espero no estar describiendo algo errado. Macrobiótica. Macro – micro – biótica. Bueno algo así. Dos días de eventos en el restaurante y en toda C. Estuve en una conferencia publica, en varias comidas y tome fotos en un taller de preparación de comida. Después, organizar, en los últimos días, mi maleta. La hice y la rehice unas cuatro veces. Me conseguí un peso, y pesaba cada chiro y cada cosa que le ponía dentro. En una de las tantas veces que hice la maleta, me di cuenta que sola, la maleta pesa 4 kilos. Mala cosa. Esta vez no quería que me pasó cuando venia para acá. Terminé dejando un montón de libros que llevé y que no leí. Termine dejando un poco de ropa para que no pesara tanto mi maleta. Compre los últimos presentes. Fui hasta el aeropuerto para confirmar mis pasajes. Reconfirme mi pasaje local con el señor que lo vendió, pues había intentado antes confirmarlo por la página de la aerolínea y no pude: Habían cambiado el vuelo y por eso no encontraba la reserva. Pero al parecer no había problema, y no lo hubo. Todo de nuevo en la maleta. Todo de nuevo en la maleta menos algunas cosas menos. Cuando ya hube terminado de armar todo, me salio una maleta de menos de 20 kilos (Lo permitido por la aerolínea) y dos maletas de mano, con casi 14 kilos mas. Último día con la familia. Ellos prepararon los obsequios para su familia en B. Yo vi mientras los preparaban. A me mostró algunas diapositivas que tenia de su paseo a la Sierra Nevada. Es impresionante lo maravilloso que es ese lugar (No lo conozco). Después, tratar de dormir. No pude. Así que leí hasta como las 3 y 30. Después, me levante como antecitos de las 6h (El vuelo C – SP) salía a las 8 a.m. Terminé de alistar las últimas cosas que faltaban, y espere a que mi familia estuviera lista para salir. La espera estuvo algo… Terminamos saliendo a las 7h. De la casa al aeropuerto, tomo casi 45 minutos (A esa hora el trafico era algo pesado). En 15 minutos, hice la fila para el check-in de los vuelos que salían a las 8h. Entregado el equipaje, a correr para el avión. Antes, la última despedida, una despedida sentida, de mi familia, la familia que me acompaño en los últimos 3 meses. Abrazos, abrazos, abrazos, abrazos. Ahora, listo. Vámonos para el avión. Dejar el equipaje de mano, acomodarse en la silla, ponerse el cinturón. Cuando el avión salio, tenia frente a mí, 1 hora de viaje hasta SP. Trate de leer. No conseguí. Ojeé la revista de avión hasta que empezó el descenso, con un receso de unos minutos para tomar el algo. Bajando busque las maletas. Tenía algo de prevención, pues una vez se me perdieron las maletas. Esta vez llegaron, aparecieron. Cogí las maletas y di vueltas por el aeropuerto un buen tiempo. Buscando y explorando. Mirando en donde era que tenia que tomar el nuevo vuelo para C. En eso me compré algo para desayunar y el periódico para pasar el tiempo. Comí y me senté cerca en donde tenía que hacer la entrega de las maletas. Espere, leí. Deje de leer. Espere, leí. Me levante, caminé. Fui al baño. Espere, leí. Deje de leer. Me levante, caminé. Habría que esperar unas tres horas antes de hacer el check-in. Espere, leí. Me levante. Espere, leí. En una de tantas vueltas, me di cuenta que podía hacer el check-in mas pronto de lo que esperaba. Lo hice para dejar de dar vueltas con las maletas. Todo iba bien, hasta que el dependiente me hizo pesar el equipaje de mano: Sobrepeso. (Se me hizo un poco mala leche el encargado. Me hizo pesar el equipaje. A esa hora no había mucha gente entregando las maletas, por eso me hizo pesar el equipaje de mano). Total, las opciones que me daba el encargado era pagar casi 100 dólares de multa. (Otro dependiente de la aerolínea, después, tratando de buscar una solución, me dijo que eso no era una multa. Pero para mí, si es una multa). La otra opción, era deshacerme del exceso de equipaje. Una hora duré dando vueltas de aquí para allá, llamando, preguntando, pensando que hacer con el bendito exceso de equipaje. Que como hacer para pagar la multa (No tenia todo el dinero para pagar eso ahí. Después de tres meses de andar de paseo, de haber comprado presentes para mi familia, no era mucho – casi nada – el dinero que me quedaba), que si se podía pagar desde C, que quien me podría ayudar, que si podía dejar la maleta con mi amigo que estaba en SP estudiando – que por cierto, no había llegado al aeropuerto. Había quedado en pasar –, que si alguien podría recoger la maleta después en SP, que cuanto costaba dejar la maleta, que llamando a ver que hacia, ¡Que qué era lo que iba hacer, carajo! La decisión fue dejar una maleta en custodia en un guarda-equipaje del aeropuerto y una amiga de mi prima la recogería el sábado siguiente, pues se iba de C para SP. Para llevar todos los presentes, reacomode las cosas en las dos maletas que me iba llevar. Puse una cosa aquí, saque otra de acá para ponerla allá. De aquí para allá, de allá para acá, reacomode todo el equipaje. Termine dejando un montón de cosas que quería traer. La maleta quedo en custodia en el guarda-equipaje, hasta el sábado por R$ 24. Ahora, mas tranquilo, me fui de nuevo para lo del check-in. Ahora, la maletita grande, la que debía pesar menos o igual a 20 kilos, estaba unos 2 kilos más del peso permitido. Mi sobresalto fue muy grande, que me hizo hacer una mueca de susto. La nueva dependiente que me atendió esta vez (El pesado que me había atendido ya no estaba. Sentí alivio cuando no lo vi por ahí. Pensaba en que me tocaría de nuevo con él. Y si fuera sido así, quien sabe) solamente pudo reír y bromear con su compañero por lo exagerado de mi reacción. Me dijo que un kilo no me iba a cobrar multa. Después se entero que yo ya había hecho el check-in y por eso mi reacción: Saque el sobrepeso. Agora, todo está pronto. Libre de maletas y de problemas, me sentía feliz para seguir esperando hasta la salida del avión. Llamé a mi prima en C, para contarle que ya se había solucionado el embrollo y que estaba listo para salir. En eso, llego G. Le conté atropelladamente todo lo que había pasado en la última hora. Él, a su vez, me contó su decisión de volver a C. Las cosas en la universidad habían salido como él esperaba, así que lo mejor era regresar. En eso, ya era la hora de almuercito, y nos sentamos a almorzar. Comí hamburguesita. G un helado. Sin afanes, hablamos hasta que hubo que salir a tomar el avión. Pero antes, dejar otro autorizado para reclamar la maleta. Por si acaso. En eso se me fue el tiempo, y llegue con el tiempo más que justo para pasar por inmigración. Muchos vuelos a esa hora, así que la fila era larga y no había muchos policías. A la 13h30 tenia que estar en la sala de espera. A la 13h30 empecé a hacer la fila para la inmigración. El vuelo salía a las 14h. A las 13h55 me pusieron los sellos de salida. Una azafata estaba pendiente de los pasajeros retrasados y avisaba que no cerraran el vuelo. Le pregunte y ella lo confirmo: Había tiempo para tomar el vuelo y yo tenía que salir corriendo hasta la puerta de embargue. Eso hice, corrí hasta la bendita puerta que estaba al final del largo pasillo. Mientras corría, escuche que llamaban a un pasajero a la puerta a la que yo iba. No escuche su nombre. Llegue a la puerta de embargue, entregue mi pasabordo y el dependiente me pregunto: ¿Pudo? Si, conseguí. Entré al avión. Los saludos de rigor. Me ubique en mi asiento y una azafata me ayudo a poner mi pesada maleta en el portaequipajes. Me senté, tome aire y ¡Cerraron el vuelo! Creo que yo era la persona que llamaban por el altavoz y que fui la última persona que faltaba. Nadie se subió después. Ahora son 7 horas y media, escala en M, hasta B, C. Después de tres meses regreso a mi país. Se acabo el paseo.

De nuevo llegando… a pocos días de volver

De F a C, de nuevo al punto de partida, tome más de 3 horas. Por ahorrar un poco, tome el bus corriente, pero este hizo paradas en todos los pueblos que habían de F a C. El otro bus, el ejecutivo, solo hacia dos paradas. También, salí un poco tarde para el Terminal (S me llevo hasta allí) y estuve llegando a C a eso de las 22h. A, mi prima, no pudo salir a buscarme. Al llegar, tome un taxi, que como siempre, costo una pequeña fortuna. Ahora, después de dos semanas de paseo, estoy de vuelta. Buen paseo. Siempre estaría bien estar de paseo. Pensionado.

Habrá que terminar pronto

Unos buenos meses y el relato no termina. Continuemos. No hice mucho en F. No conocí ninguna playa, pues estuvo lloviendo los tres días que estuve dando unas pequeñas vueltas. Las playas (100 playas) es uno de los atractivos de F. Yo, conocí un centro comercial, el centro, la universidad estatal, el colegio donde trabajan mis amigos y no mas. F es más bien pequeña. Es agradable. En la universidad estatal tiene curso de posgrado en artes. Talvez, hasta estudie ahí, alugue alguna casa cerca del mar y me dedique a estudiar. Eso puede ser una opción.

Viernes – Sábado. De un lado para otro

Me voy. El día anterior, le pide el favor a J que me cobrara. No quiso. Ahora, bañado, con la maleta lista, tomando el desayuno, casi no logré conseguir todo el dinero que debía. (Por J no me hizo caso y me cobro antes) Junte todo lo que pude encontrar en mis bolsillos. Con una moneda de dos pesos (Era falsa. Ahora lo creo. Me la dieron ayer que estuve comprando una tontera. Como no sabia la recibí. G me dijo que a los turistas les dan billetes y monedas de denominaciones extrañas, que no existen. A mi me toco la moneda de dos pesos) complete el dinero para pagar mis deudas. J no me la quería recibir (Obvio, era falsa), pero al final termino aceptando y diciendo que iba a mirar que hacia con eso. Yo le decía que me la habían dado a mi, que no había problema con la moneda. (J tampoco me quiso recibir mi último billete de 20 dólares que tenia). Termine de desayunar, hice un poco de tiempo, recogí mis maletines, me despedí de D, abrí la puerta, deje las llaves en donde J me dijo que las dejara (Ella había tenido que salir. Me sorprende lo tranquilos que son. No se inquietan con lo que pueda pasar en su casa. No se si nosotros son en extremos desconfiados, pero, J no lo es). De ahí, pasando Córdoba por Serrano, fui hasta Coronel Niceto Vega, a tomar el bus que me acercaría a la casa de G. Calculado mal, me baje unas dos cuadras antes, en la Avenida Pueyrredón. De ahí por Córdoba hasta la casa de G. Entre un momento a su casa, recogí algunas cosas que me faltaban y salimos a tomar el bus para el Terminal de buses. Sin un peso, con mis 20 dólares, G se acordó que en un supermercado se podía pagar en dólares y en euros. Él lo había hecho. Una vez, cuando trabajaba en un hostel, alguien le pago con euros. Estuvo con su billete un montón de tiempo, hasta que entró a ese supermercado y vio un letrero que decía que se recibían dólares. Pregunto que si recibían euros también. Le dijeron que si. Nos fuimos a un almacén de esa cadena de supermercados. Mi preocupación con el billete, era que era un poco viejito, y ya me lo habían rechazado dos veces. Una en una casa de cambio en C, y otra en el Duty Free entre FI y PI. Compre cualquier cosa, cualquier cosa como para comer antes de tomar el bus. En la fila, una viejita a… me robo el puesto. Achantado (Vieja maldita), me fui al puesto que había estado llevando G en otra fila. Cuando pase mis productos y mi billete, la cajera pregunto a su supervisora si me aceptaban el billetito. Esta le dijo que si. Pague y me dieron cambio, en pesos. Volví a tener dinero. Ahora si, con dinero, para el Terminal. En el Terminal. Dejar la maleta. Llamar a mi casa en B y en C. Después, la última cerveza con G. Me comí una hamburguesa. Despedida. Buenos amigos que visite. Tome el bus y empezar un nuevo recorrido de casi mas de 24 horas. Casi 27 horas hasta F, en B. En el bus, de nuevo alguien había tomado mi puesto de la ventana. M, me hablo de que había estado haciendo en BA, de las saudades que tenia de su amigo que estaba visitando. De nuevo hablando portugués. M era b… En la primera parada, al baño, compre el periódico y un algo. En el bus, una pasajera le dio por poner a Juan Gabriel, cantante que trajo algunas protestas, casi airadas, de otros pasajeros. Viaje tranquilo. Dieron merienda. A eso de las 11 llegamos a la frontera e hicimos los trámites de inmigración. (Ya esta mas tranquilo. No estaba tan preocupado como cuando pase de B a A). Nos demoramos un poco más de lo normal, pues hubo problemas con una pasajera que estaba acompañando a su mamá, muy mayor a un pueblo en B. La pasajera tenía una multa en B, y no la dejaron pasar. Pues nada, la señora le toco, bajar a su mamá, que hablaba en dialecto, buscar un carro, buscar un hotel, al otro día pagar la multa, y volver a ese punto, a esperar el bus de otro día para continuar su camino. Después a comer. Ya en B. De ahí, toda la noche viajando, intentando dormir. Llegamos a PA a eso de las 7 de la mañana. Después de que casi todos los pasajeros de bajaran ahí, nos fuimos a desayunar. Continuamos nuestro camino hasta que almorzamos, a eso de la 12 m. De ahí, otras cuatros horas hasta mi destino: F. Al descender, llamé a la casa de S y S, mis anfitriones en F. S fue a buscarme al Terminal. De ahí para su casa. Después, de algo de descanso, lo acompañe hasta la casa de su hijo. Allí, S tenía una reunión. Mientras la reunión, con A nos devolvimos a la casa de sus padres, mis anfitriones. En casa, una comida, un buen baño, y a dormir. Realmente estaba un poco agotado.

Jueves

Desayune y salí a caminar el Once. Tratando de buscar para encontrar cualquier cosa que pudiera comprar para comprar pero que al fin no compre. Camine para hacer tiempo y para caminar para ver como es que se vende y como es que se compra. Después de caminar por el Once, busque la casa de G para salir a almorzar. Nos encontramos y fuimos a buscar un Tenedor Libre para echar almuerzo. Caminamos hasta el restaurante, y nos atafagamos de comida, hasta que ya no pudimos más. En esas me acorde que tenia que cita con W en la Plaza del Congreso. Ya estaba sobre el tiempo. Al terminar lo del almuerzo, tome el colectivo para llegar a la plaza lo más pronto posible. No lo logré. Llegué como una hora tarde a la cita. Di una vuelta en vano por la plaza para ver si de pronto me encontraba con W, pero no, no lo encontré. Busque un teléfono y lo llame. Me dijo que pasara por su casa. Me dio la dirección, algunas indicaciones y me puse en camino. Con la guía T y con las indicaciones, me pase unas 6 cuadras. Busque la dirección y tarde un buen rato en encontrar la casa de W. (Compre un algo que puede ser un regalo para alguien). Casi dos horas después de la cita, me encontré con W. Hubo tiempo de ir al MALBA, al museo, a ver mas exposiciones. Vi una que me gusto. Fotografía. W me dijo que si lo acompañaba a una clase. Dije que si. Fuimos hasta su casa de nuevo, para que él se abrigara. Salimos y fuimos en bus, a dar vueltas por BA, a ir a clase. Clase en la Facultad de Filosofía. (Por la avenida Belgrado. Creo. No sé. Olvide). Clase. Me gusto la clase. Salimos a tomar cerveza, a celebrar, a reencontrarnos, a disfrutar mi última noche en BA. Tres cervezas. Después, en bus para la casa. Vivíamos cerca. Caminé desde el paradero hasta mi casa. De nuevo por Palermo. Por la plaza Serrano. Tratando de hablar como a… Tratando de no ser turista. No funcionó.

Miércoles

Miércoles. Creo que camine de nuevo por Corrientes. Creo que compre el libro que no encontré en C. Creo que me compre un gorro, una bufanda, un maletín. Creo que almorcé en un restaurante vegetariano. Creo de di vueltas como un loco, de acera a acera, por toda Corrientes, viendo, observando, detallando. Entrando simplemente a chismosear, a disfrutar las tiendas que otro tiempo que están ahora para mí, ahí, con todos sus nuevos artículos. Ahora recuerdo que estoy escribiendo lo que ya escribí y lo que ya hice y me olvide de leer. Nunca releo lo que escribo. No soy escritor. Ahora recuerdo: Salí después del desayuno, después de ver un pedazo de CSI Miami, a cambiar dinero. Ya no tenía. Subí hasta un Banco, por la avenida Córdoba, cambie mis dolarucos que me faltaban. Después busque como llegar al Museo de Bellas Artes preguntando a un policía. Tome el bondi y me dirigí, siguiendo las indicaciones al Museo de Bellas Artes. Llegué. Me dio hambre y me busque almuerzo. Almorcé en casi 18 pesos. Pasta. Salí entre al Museo. Vi el Museo. Tome fotos en el Museo. Me gustó que el Museo es un museo parlante. Encontré buenas piezas, buenas obras. Saliendo fui al Cementerio de La Recoleta. No gusto de visitar cementerios, pero, he aprendido, con el tiempo, a disfrutar la extraña tranquilidad morbosa que se encuentra en ellos. Me asuste cuando no tenia ningún humano vivo cerca. Traté de no pederme y de buscar la salida y mas humanos vivos. Cuando estuve seguro, tome unas fotos de la entrada y de los gatos del cementerio (Que al parecer se encuentran en casi todos los parques y sitos públicos de BA. Gatos gordos, bonitos) (¿Que qué comen? Yo me pregunte lo mismo. Vi que les llevan comida. Y agua). Después recuerdo haber caminado por La Recoleta, de nuevo. Y de nuevo fui a encontrarme con G. Hablamos un rato. Comí un algo y fui a descansar, temprano. (Recuerdo que programe un encuentro con W en algún momento de ese día; para vernos en algún momento del otro día).

Martes

Me desperté como a eso de las 9h30, casi 10h. Tomé el desayuno mientras veía CSI Miami en AXN. Salí casi a la 11h20, y me dedique a caminar Corrientes, de nuevo. Un recorrido muy familiar. Me gusto sentir Corrientes. Mucha gente, mucho comercio (Como en todas las avenidas de BA), pero lo mejor de Corrientes, es que llegando a la 9 de Julio, se encuentra con las librerías y los teatros. (Talvez, puede ser, que estoy recordando a F). Camine Corrientes, desde el 5700 hasta el 1100. Mientras camino, me encuentro con un restaurante, tenedor libre, vegetariano. Como ya eran pasadas las 12h20, me entro y almuerzo. (De a pocos y me estoy volviendo vegetariano). Saliendo, me dispongo a buscar algo para llevar de presente, para los conocidos en C. No encuentro mucho, pero me compro un gorro y una bufanda. Miro, remiro, comparo, observo, entro para aquí, paso por allá. Cruzo la calle, la vuelvo a cruzar. Me intereso, no me intereso, me compro un maletincito, para echar lo que pueda comprar de extra, que es casi nada. Cuando me canso, entro y me tomo un café, en algunos de los tantos cafés que tiene BA en sus avenidas ¡Que rico eso! Como hay tiempo, me meto a cine. Termino viendo una película sobre las peleas de EU con Jhon Lennon. ¡Que cosa! Tantos problemas del Beatle para que lo dejaran vivir en los EU. No me gusto mucho. Mejor hubiera entrado a otra que estaban presentado: Bucarest. (Creo que así se llamaba). Antes de entrar, compre un sánduche, una gaseosa, para aguantar el hambre. Saliendo de la película, me fui a buscar a G a su casa. Cuando nos encontramos me contó, que lo HABIAN ECHADO DE LA CASA. Causa: Pues como el día anterior me había quedado hasta bien tarde en su casa, casa de estudiantes, había roto una de las reglas de convivencia: Prohibido visitas después de las 22h. Yo había salido después de las 23h. Como se dieron cuenta de eso: G me dice que el dueño de la casa, estaba por ahí, fuera de la casa, y se dio cuenta de la falta. Me quede sin palabras. Tomamos un café cerca de la casa, y G me decía, que ahora tenía que empezar a buscar casa, de nuevo, y que pereza. Yo, sin palabras. Al principio pensé que me estaba tomando del pelo. Pero no. ¡G, ahora, no tenía casa! Válgame. Yo, sin poder hacer nada. Solamente estragos. Con el trago amargo, me fui en el Subte para la casa de E. Habíamos quedado de encontrarnos esa noche. Y fue fácil. Ya estaba hecho un duro agarrando Subte. Con combinaciones y todo. Llegue, a la casa de E. Compramos unas cervezas y compartimos un rato. Después, otra cerveza. Y después para mi casa. Para el hostel. Tome un taxi. Me costó $10. En bus que pereza. Caminando ni loco. Y después de todo, en BA, los taxis son como en C: Están en todo lado y no son tan costosos como en B. Ahora no recuerdo bien que fue lo que hice esa noche. Creo que me bañe, me corte las uñas (las tenia larguísimas), vi algo de televisión, y me fui a dormir. Si, hice eso. Las uñas. Me esta empezando a gustar eso de estar de paseo. Siempre digo que me gustaría vivir como artista. No se si teniendo la posibilidad lo haría. Creo que soy más que todo un burguesito, un pachá. Me gusta la buena vida y no hacer nada. Mejor me pensiono.

Llegando de nuevo…

Falta por escribir un montón. Ahora estoy tratando de arreglar un poco la casa y botar toda la basura que he acumulado por años. Es una tarea muy grande y siempre que lo hago me da una sensación muy rara. Pero creo que es se tiene que hacer. Estoy pensando que hay que empezar de nuevo. Dejar solamente lo necesario. Ahora, después de unos buenos meses por fuera, estoy empezando a ver y a sentir de nuevo el golpe del trabajo. La rutina. Hay que limpiarse siempre para que no sentirse abatido. Também é bom não esquecer o idioma que aprendi em meu passeio.

Ahora, con varios días, un mes después de llegar, trato de revivir mis últimos días para poder seguir con el relato que llevaba. Al rato, revisar y ver que se puede hacer con todo eso escribí. Está bueno.