Anduve buscando los últimos presentes. También confirme mil veces mis pasajes. En los últimos días. En la casa hubo un poco de conmoción. Recibieron como invitado a un profesor que dirige una comunidad de pensamiento… bueno no se muy bien como decirlo… algo así como una mezcla de ideas japonesas y comida vegetariana. Espero no estar describiendo algo errado. Macrobiótica. Macro – micro – biótica. Bueno algo así. Dos días de eventos en el restaurante y en toda C. Estuve en una conferencia publica, en varias comidas y tome fotos en un taller de preparación de comida. Después, organizar, en los últimos días, mi maleta. La hice y la rehice unas cuatro veces. Me conseguí un peso, y pesaba cada chiro y cada cosa que le ponía dentro. En una de las tantas veces que hice la maleta, me di cuenta que sola, la maleta pesa 4 kilos. Mala cosa. Esta vez no quería que me pasó cuando venia para acá. Terminé dejando un montón de libros que llevé y que no leí. Termine dejando un poco de ropa para que no pesara tanto mi maleta. Compre los últimos presentes. Fui hasta el aeropuerto para confirmar mis pasajes. Reconfirme mi pasaje local con el señor que lo vendió, pues había intentado antes confirmarlo por la página de la aerolínea y no pude: Habían cambiado el vuelo y por eso no encontraba la reserva. Pero al parecer no había problema, y no lo hubo. Todo de nuevo en la maleta. Todo de nuevo en la maleta menos algunas cosas menos. Cuando ya hube terminado de armar todo, me salio una maleta de menos de 20 kilos (Lo permitido por la aerolínea) y dos maletas de mano, con casi 14 kilos mas. Último día con la familia. Ellos prepararon los obsequios para su familia en B. Yo vi mientras los preparaban. A me mostró algunas diapositivas que tenia de su paseo a la Sierra Nevada. Es impresionante lo maravilloso que es ese lugar (No lo conozco). Después, tratar de dormir. No pude. Así que leí hasta como las 3 y 30. Después, me levante como antecitos de las 6h (El vuelo C – SP) salía a las 8 a.m. Terminé de alistar las últimas cosas que faltaban, y espere a que mi familia estuviera lista para salir. La espera estuvo algo… Terminamos saliendo a las 7h. De la casa al aeropuerto, tomo casi 45 minutos (A esa hora el trafico era algo pesado). En 15 minutos, hice la fila para el check-in de los vuelos que salían a las 8h. Entregado el equipaje, a correr para el avión. Antes, la última despedida, una despedida sentida, de mi familia, la familia que me acompaño en los últimos 3 meses. Abrazos, abrazos, abrazos, abrazos. Ahora, listo. Vámonos para el avión. Dejar el equipaje de mano, acomodarse en la silla, ponerse el cinturón. Cuando el avión salio, tenia frente a mí, 1 hora de viaje hasta SP. Trate de leer. No conseguí. Ojeé la revista de avión hasta que empezó el descenso, con un receso de unos minutos para tomar el algo. Bajando busque las maletas. Tenía algo de prevención, pues una vez se me perdieron las maletas. Esta vez llegaron, aparecieron. Cogí las maletas y di vueltas por el aeropuerto un buen tiempo. Buscando y explorando. Mirando en donde era que tenia que tomar el nuevo vuelo para C. En eso me compré algo para desayunar y el periódico para pasar el tiempo. Comí y me senté cerca en donde tenía que hacer la entrega de las maletas. Espere, leí. Deje de leer. Espere, leí. Me levante, caminé. Fui al baño. Espere, leí. Deje de leer. Me levante, caminé. Habría que esperar unas tres horas antes de hacer el check-in. Espere, leí. Me levante. Espere, leí. En una de tantas vueltas, me di cuenta que podía hacer el check-in mas pronto de lo que esperaba. Lo hice para dejar de dar vueltas con las maletas. Todo iba bien, hasta que el dependiente me hizo pesar el equipaje de mano: Sobrepeso. (Se me hizo un poco mala leche el encargado. Me hizo pesar el equipaje. A esa hora no había mucha gente entregando las maletas, por eso me hizo pesar el equipaje de mano). Total, las opciones que me daba el encargado era pagar casi 100 dólares de multa. (Otro dependiente de la aerolínea, después, tratando de buscar una solución, me dijo que eso no era una multa. Pero para mí, si es una multa). La otra opción, era deshacerme del exceso de equipaje. Una hora duré dando vueltas de aquí para allá, llamando, preguntando, pensando que hacer con el bendito exceso de equipaje. Que como hacer para pagar la multa (No tenia todo el dinero para pagar eso ahí. Después de tres meses de andar de paseo, de haber comprado presentes para mi familia, no era mucho – casi nada – el dinero que me quedaba), que si se podía pagar desde C, que quien me podría ayudar, que si podía dejar la maleta con mi amigo que estaba en SP estudiando – que por cierto, no había llegado al aeropuerto. Había quedado en pasar –, que si alguien podría recoger la maleta después en SP, que cuanto costaba dejar la maleta, que llamando a ver que hacia, ¡Que qué era lo que iba hacer, carajo! La decisión fue dejar una maleta en custodia en un guarda-equipaje del aeropuerto y una amiga de mi prima la recogería el sábado siguiente, pues se iba de C para SP. Para llevar todos los presentes, reacomode las cosas en las dos maletas que me iba llevar. Puse una cosa aquí, saque otra de acá para ponerla allá. De aquí para allá, de allá para acá, reacomode todo el equipaje. Termine dejando un montón de cosas que quería traer. La maleta quedo en custodia en el guarda-equipaje, hasta el sábado por R$ 24. Ahora, mas tranquilo, me fui de nuevo para lo del check-in. Ahora, la maletita grande, la que debía pesar menos o igual a 20 kilos, estaba unos 2 kilos más del peso permitido. Mi sobresalto fue muy grande, que me hizo hacer una mueca de susto. La nueva dependiente que me atendió esta vez (El pesado que me había atendido ya no estaba. Sentí alivio cuando no lo vi por ahí. Pensaba en que me tocaría de nuevo con él. Y si fuera sido así, quien sabe) solamente pudo reír y bromear con su compañero por lo exagerado de mi reacción. Me dijo que un kilo no me iba a cobrar multa. Después se entero que yo ya había hecho el check-in y por eso mi reacción: Saque el sobrepeso. Agora, todo está pronto. Libre de maletas y de problemas, me sentía feliz para seguir esperando hasta la salida del avión. Llamé a mi prima en C, para contarle que ya se había solucionado el embrollo y que estaba listo para salir. En eso, llego G. Le conté atropelladamente todo lo que había pasado en la última hora. Él, a su vez, me contó su decisión de volver a C. Las cosas en la universidad habían salido como él esperaba, así que lo mejor era regresar. En eso, ya era la hora de almuercito, y nos sentamos a almorzar. Comí hamburguesita. G un helado. Sin afanes, hablamos hasta que hubo que salir a tomar el avión. Pero antes, dejar otro autorizado para reclamar la maleta. Por si acaso. En eso se me fue el tiempo, y llegue con el tiempo más que justo para pasar por inmigración. Muchos vuelos a esa hora, así que la fila era larga y no había muchos policías. A la 13h30 tenia que estar en la sala de espera. A la 13h30 empecé a hacer la fila para la inmigración. El vuelo salía a las 14h. A las 13h55 me pusieron los sellos de salida. Una azafata estaba pendiente de los pasajeros retrasados y avisaba que no cerraran el vuelo. Le pregunte y ella lo confirmo: Había tiempo para tomar el vuelo y yo tenía que salir corriendo hasta la puerta de embargue. Eso hice, corrí hasta la bendita puerta que estaba al final del largo pasillo. Mientras corría, escuche que llamaban a un pasajero a la puerta a la que yo iba. No escuche su nombre. Llegue a la puerta de embargue, entregue mi pasabordo y el dependiente me pregunto: ¿Pudo? Si, conseguí. Entré al avión. Los saludos de rigor. Me ubique en mi asiento y una azafata me ayudo a poner mi pesada maleta en el portaequipajes. Me senté, tome aire y ¡Cerraron el vuelo! Creo que yo era la persona que llamaban por el altavoz y que fui la última persona que faltaba. Nadie se subió después. Ahora son 7 horas y media, escala en M, hasta B, C. Después de tres meses regreso a mi país. Se acabo el paseo.