En el Escrito No. 1 de esta serie, traté de explorar una respuesta a la pregunta de como sucede el proceso de la imitación. Releyendo los primeros 10 capítulos de la Poética de Aristóteles, esta primera pregunta se ha volcado en pensar la relación de la imitación en la tragedia. De la primera impresión sobre el texto, que me decía que el problema a tratar era la imitación, surge ahora como punto a detenerse y pensar, la Tragedia.
Para aclarar (y aclararme) las ideas sobre lo leído, me gustaría hacer el ejercicio de presentar, los tópicos tratados por Aristóteles, en los primeros capítulos de la Poética, que sería mas o menos así: Caracterización de las artes imitativas, de las formas en que se realiza la imitación (por el medio, por el objeto, por el modo), “del nacimiento y desarrollo de la poesía”1 y de su evolución en la tragedia.
Para Aristóteles, la tragedia es la imitación de una acción, única (que trata solo de un tema). Es imitación de una acción, pues está relacionada a los sujetos, hombres que actúan. Al imitar a los hombres, la tragedia “representa” las acciones que estos ejecutan, y aquí Aristóteles hace la distinción de dos tipos de hombres: los honestos y los deshonestos. Los primeros los relaciona con la virtud, los segundos con la maldad. Estos con la comedia. Aquellos con la tragedia.
[Aquí un párrafo que aún no está escrito]
Después de algunas precisiones durante los comentarios al primer escrito (primera lectura)2, se hablaba del surgimiento del término mímesis3 como una reacción al problema de la verdad; y de como los objetos se relacionan con esta verdad. Las imágenes, que son producto de llevar la acción de mímesis, son relaciones de verdad a los objetos a los que imitan, o a los que se refieren. Con estas precisiones, entendí el proceso de “representación” de la tragedia, como el proceso de representación que habla Richard Sennet en su libro El Declive del Hombre Público, y la crisis del hombre en las sociedades modernas. Para Sennet, los procesos civilizatorios, la industrialización, hacen que el hombre pierda su capacidad de relacionarse con los demás, de mostrar su identidad, su carácter, su temperamento, su genio, su estilo, en el dominio de lo público, y que termina con la imposibilidad de tener una persona que haga de interlocutor con el otro, con los otros. Se pierde al político.
Al entender el acto de imitar, con esta descripción de la representación, pude hallar un punto de conexión con la forma de imitar que se sucede en la tragedia, y puedo intuir del porque de la importancia de ella para Aristóteles, ya que el rol principal de un ciudadano griego se daba en el ámbito de lo público. Es importante para ello, la distinción que hace Aristóteles de los hombres que actúan. Acción como movimiento. Acción de la mímesis en que permite movilizar caracteres4 de la tragedia para encontrar, un éxito o un fracaso…