“Realidad modelada por el discurso de la madre dirigido al niño y sobre el niño, incluso antes de que este hable. Realidad modelada por el verbo divino. Dios dice y los hombres hacen exitir las cosas: la luz y las tinieblas, las aguas y el firmamento, la tierra y los seres vivos, el hombre y la mujer”.
Corriane Enaudeau. La paradoja de la representación. 1999. Pág, 82.