Ahora no recuerdo como era que pensaba iniciar. Pensé en muchas cosas cuando me estaba durmiendo esta mañana, pero el sopor no me deja recordar. Pasa y acontece que salí en busca de un lugar por el cual quería ver. Me dejaron indicaciones en un papelito que encontré cuando me levante. Me aliste y salí en busca del aquel lugar. Camine unas cuadras y, con las indicaciones dadas no encontré naíta. Cuando me devolvía a tomar el ônibus (Había decidido irme en bus para el restaurante), de casualidad, encontré el lugar. Entre a preguntar, y como siempre, hable en mi más perfecto español. Esta vez me toco repetir la frase, pues la dependiente no entendió ni jota de lo que dije. Otra persona que estaba con ella, hizo las veces de traductora, pues cuando la dependiente me respondió mi pregunta, yo tampoco entendí mucho. Tome una tarjeta del negocio y me puse en marcha para buscar la parada del bus (Tomo muy ordenado por aquí. Hay que esperar el bus en las paradas, pues si no paila: El bus no para). El bus, demoro más de lo que pensé que demoraría. Cuando llego pague los R$ 1,80 de la tarifa y me senté justo en el lado en donde no caía el sol. Lo mejor es que el recorrido que hace ese bus, es el mismo que hace mi prima todos los días para ir al restaurante. Fue fácil ubicarme. Pase cerca del restaurante y decidí seguir hasta el final de la ruta en la Praça Tirandentes. La Praça hace parte del Centro Histórico de C. Di una vuelta por los alrededores y me encontré con la Casa Rómario Mirans y con el Museo de João Turmi. En la Casa leí sobre la historia de C y sus ideas sobre la ciudad, la urbanización y la conservación de los inmuebles de patrimonio. Había fotos de C antigua. Después pase a ver el Museo João Turmi. Un buen escultor de C que trabajo en la primera mitad del siglo XX. Me gustaron mucho las esculturas, muy expresivas. De ahí fui de nuevo a buscar la Praça Osório. Ya casi estoy entendiendo las coordenadas en esta ciudad. Siempre que puedo me pongo a repetir para donde queda el norte, el sur, el oriente y el occidente. Generalmente los movimientos son de occidente a oriente y viceversa. De la casa, que esta en el occidente al restaurante, que esta yendo al oriente. En la Praça Osório tuve un pequeño despiste, pero dando una vuelta a una rua, pude de nuevo tomar el rumbo para llegar al restaurante. De camino estaba buscando comprarme una Coca, de las de botella personal, pero no encontré el lugar adecuado para hacer la compra. Cuando halle uno, no había Coca, así que termine comprándome un Matte Leão. Estuvo bien. Ya en el restaurante me puse a revisar mis apuntes, a revisar el recorrido hecho en el plano, y a pegar las hojitas recogidas en el cuaderno. Después almorzamos y salimos para la casa: Mi prima tenia visita en la casa. Al llegar a la casa seguí organizando los apuntes, y pronto estaban S y E. E es músico, e interpreto unas canciones: trate de cantar, cantar en portugués. Comimos, les mostré mi trabajo y escuchamos un poco de música en español (E quería escuchar). En el transcurso de la noche salio que se podría ir a un bar, más tarde, y así fue. A eso de las 12 de la noche salimos rumbo a ALICE, un bar que tiene orquesta de salsa en vivo. La entrada costaba R$ 10 para los rapaces y R$ 7 para las moças. Cuando llegamos ya estaban tocando. Tratamos de acomodarnos dentro de la cantidad de gente que bailaba un poco estrambótico, y hallamos lugar en la mesa de una conocida de E, N. Pedí cerveza, me dieron una Skroll de tamaño familiar. Es bien pues la cerveza se comprarte con todos en la mesa. Unos sorbos y a bailar. Mucha gente, bailando salsa, que mejor parece una salsa-samba. Por acá no pueden de dejar de mover el cuerpo a ritmo de la samba. Tratamos de bailar frente a la orquesta, pero fue casi imposible. La gente no dejaba de moverse y a cada rato uno se tropezaba con alguien. La orquesta suena bien, aunque, talvez, le falte un poco de swing. (Quizá un trombón, una falta traversa, un llamador). La sed me llevo de nuevo a la mesa para refrescarme un poco (Los ventiladores no dan abasto). De ahí mas música, esta vez bailando con N. Mucha gente, un bar poco ventilado, mucho sudor. Pues nada, descansar. ¡Que calor hace¡ Mas cerveza. Me llamo la atención que las mujeres salen mucho en trajes de noche a esto del dancing. Pregunte si era por el lugar, pero me dijeron que generalmente hacen eso. También pregunte hasta que horas funcionan los buses, y me dijeron que hasta las 12 de la noche. Después pasan buses por ahí cada media hora por algunas zonas de la ciudad. Mucha piel, mucha gente, mucho baile estilo samba (¿Cómo será que bailan salsa?) pero todo es un feeling muy diferente. Esto de la salsa, es música un tanto exótica para los habitantes del otro extremo del continente. Lo mejor seria traer música de tamboras, para ver como es que se mueven estos muchachos. (Mucho mejor: Traerles el vallenato. Ya es hora que esta música salga de C). Al final nos tomamos unas tres botellas de cerveza como entre tres. Cuando quisimos salir, había una filota para pagar. Esperamos. En ese momento la orquesta estaba haciendo el interválo. Ya había empezado a tocar de nuevo la orquesta cuando hubo espacio para ir a pagar. En total pague R$ 26, sumando la entrada mía, la de mi prima y las dos cervezas que yo compre. (Uma cerveja, por favor). Saliendo buscamos el carro que habíamos dejado en un parqueadero (Mucha niña linda por acá, oiga. Essto é muito legal. Primo, você deveria morrar no B). Tomamos la rua Republica de Argentina para ir cerca de la Casa del Barón, donde vivían S y E. (El muchacho esta aprendiendo a bailar salsa). Sin mapa es difícil de ubicarse. Mi prima estuvo como medio perdida un rato, hasta que pudo ubicarse y tomar la rua Padre Agostino, que es la que generalmente se toma para ir a Campinas do Siquiera. Rumbo occidente. Siendo las 3 y 30 de la mañana, llegamos a casa y, a dormir. Estaba cansado.
Viniendo para la casa, pasamos por el centro. S y E viven el centro. Los centros de las ciudades tienden a parecerse mucho. C es una ciudad bien tranquila. Y aun así, el centro tiende a tornarse agresivo a esas horas de la mañana, y más en una noche de rumba. Gente por ahí, tomando, molestando, todo en la que puede ser la aterradora soledad del centro. Ahora esta ciudad de parece mas a las ciudades en las que vivo. Se esta develando para mi, la ciudad dentro de la ciudad.
No molestar: Artista durmiendo. Por favor despertar después del medio día.
Ya para hoy pasamos cerca del Museo Oscar Niemayer, pero por más que trate de verlo desde el carro, no pude. Talvez mañana, después de ir a la feria, pasemos por el Museo, pues mañana es entrada de gratis. Estuvimos en el Colégio Integral, donde había un evento para de compra-venta de libros de texto. Mi primita, que esta intentando vender libros para la 5 serie, por mucho que intento, no pudo encontrar comprador. Se quedo con los libros.