“¿te digo como funciona la cosa?
uno cumple treinta y tres, de ahí treinta y siete, cuarenta
y de ahí,
sin captarlo, captas que siempre es diciembre,
siempre llega el año nuevo siete meses después del anterior,
y aunque no quieres cumplir,
aunque no celebres,
los cuarenta se transforman, pestañeando, en cuarenta y
ocho y de ahí,
tres días después, cincuenta y cinco
cincuenta y cinco no es tanto pero cuando uno tiene
cincuenta y cinco no tienes veintitres, bud
uno cumple cincuenta y cinco y llegas a los sesenta y tres
y ya eres viejo,
por bien que te veas,
y yo me veo viejo, lo sé,
no me veo bien.”
Alberto Fuguet. Missing (una investigación). Alfaguara. 2009. Pág. 312.