Archivo de la categoría: General

La Toma v.6 (Reciclaje e Intertextualidad)

Jueves 19 de noviembre de 2009
6.00 p.m.

“Repeticiones” Conversatorio:
Oscar Ayala (Universidad Nacional), Mauricio Montenegro
y María Clara Salive (Universidad Central)

La repetición es quizá la lógica fundamental del re-ciclaje (aquello que entra de nuevo en un ciclo) y de la intertextualidad (el texto que repite en algún sentido otro texto). Los ponentes conversarán sobre los usos de
la repetición en la imagen, la música, la literatura. La repetición como mecanismo de recordación, de mnemotecnia, como recurso estilístico, como forma ritual. Repetir para no sorprender, para ser comprendido; o
repetir para confundir; o para poner en evidencia algo que pasó inadvertido; o simplemente para molestar ; o por placer; o por pereza; o por desconfianza.

Sede Norte Universidad Central

Repito

Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repita. Repito y Repita se fueron a nadar, Repito se ahogó. ¿Quién quedó? Repito.

Leyendo… pensando…

“Esta cita es de Blade Runner. La dice Deckard al final, después que Rutger Hauer, el androide rubio, muere:
‘Lo único que deseaba era intentar responder las mismas preguntas que todos se hacen: de donde vengo, adónde voy, cuánto tiempo tengo.’
No sé, no sé, no sé”

Vía Alberto Fuguet en Por favor, rebobinar

Como si fuera un recuerdo

[Hoy, sentado frente a esta pantalla, trato de dar cuenta escribiendo, que es lo que ha pasado durante este año (¿será más que un año? No lo sé.) de trabajo, que es lo que he pensado, y como puedo organizar algunas palabras para presentarlas en un escrito, en un proyecto. Tengo unas ayudas, pero cuando creo tener la disposición para escribir, todo se diluye en preocupaciones. Creo tener todo claro, pero todo desaparece, todo se desvanece en la torpeza.]

Una lectura, un recuerdo

“En nuestras vidas americanas, donde no hay coacción en las costumbres y tenemos el derecho a cambiar nuestra vocación con tanta frecuencia como se desee y sea posible, es una experiencia corriente que nuestra juventud se prolongue durante los primeros veintinueve años de vida y sólo al llegar a los treinta descubrimos por fin la vocación para la que nos sentimos capacitados y a la que voluntariamente dedicamos un esfuerzo constante”
GERTRUDE STEIN, 1904

Via Alberto Fuguet en Por favor, rebobinar

Jugando

“El juego es casi tan inútil como el arte, y así como hay personas que creen que el arte enaltece el espíritu también hay quienes tienden a creer que el juego ejercita el razonamiento y la inventiva”

– Rafael Tauler Fesser
editorial de Cacumen #1 (febrero, 1983)

Vía Microsiervos

Viagens

Viemos de Lanzarote no último sábado, com escala em Sevilha, e depois por estrada até Lisboa. No domingo, como expliquei, fomos à Azinhaga por causa de estátua que lá foi posta. O plátano em frente da casa é um autêntico esplendor, uma gama de verdes riquíssima que atrai para uma demorada contemplação e me fez pensar: “Não mudes, deixa-te ser como és”. Inútil desejo, virá o Verão com os seus calores, o Outono com o primeiro frio, e as folhas cairão, o esplendor apaga-se, a árvore adormece até que a nova Primavera venha tomar o lugar desta que está terminando.

Estes pensamentos sem nenhuma originalidade fizeram-me recordar o último e breve capítulo da Viagem a Portugal que, ouso pensar, alguma originalidade haverá tido. E pensei que não ficaria mal trazê-lo aqui, quando estamos a ponto de partir outra vez, agora para a Corunha. Aí vai, portanto:

«A viagem não acaba nunca. Só os viajantes acabam. E mesmo estes podem prolongar-se em memória, em lembrança, em narrativa. Quando o viajante se sentou na areia da praia e disse: “Não há mais que ver”, sabia que não era assim. O fim da viagem é apenas o começo doutra. É preciso ver o que não foi visto, ver outra vez o que se viu já, ver na Primavera o que se vira no Verão, ver de dia o que se viu de noite, com sol onde primeiramente a chuva caía, ver a seara verde, o fruto maduro, a pedra que mudou de lugar, a sombra que aqui não estava. É preciso voltar aos passos que foram dados, para os repetir, e para traçar caminhos novos ao lado deles. É preciso recomeçar a viagem. Sempre. O viajante volta já.»

Assim é. Assim seja.

Vía O Caderno de Saramago de José Saramago.

____________________________________

Viajes
By José Saramago

Llegamos de Lanzarote el último sábado, con escala en Sevilla, y después por carretera hasta Lisboa. El domingo, como expliqué, fuimos a Azinhaga por aquello de la estatua que allí colocaron. El plátano de enfrente de la casa es un autentico esplendor, una gama de verdes riquísima que atrae a una demorada contemplación y me hace pensar: “No mudes, déjate ser como eres”. Inútil deseo, vendrá el Verano con sus calores, el Otoño con el primer frío, y las hojas caerán, el esplendor se apagará, el árbol adormecerá hasta que la nueva primavera venga a tomar el lugar de esta que está terminando.

Estos pensamientos sin ninguna originalidad me hicieron recordar el último y breve capítulo de Viaje a Portugal que, oso pensar, alguna originalidad sí habrá tenido. Y pensé que no estaría mal traerlo aquí, cuando estamos a punto de partir otra vez, ahora a La Coruña. Ahí va, para quien le interese:

«El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban. E incluso estos pueden prolongarse en memoria, en recuerdo, en narrativa. Cuando el viajero se sentó en la arena de la playa y dijo: “No hay nada más que ver”, sabía que no era así. El fin del viaje es simplemente el comienzo de otro. Es necesario ver lo que no ha sido visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se vio en Verano, ver de día lo que se vio de noche, con sol donde antes la lluvia caía, ver el trigo verde, el fruto maduro, la piedra que cambió de lugar, la sombra que aquí no estaba. Es preciso volver a los pasos que fueron dados, para repetirlos, y para trazar caminos nuevos a su lado. Es preciso recomenzar el viaje. Siempre. El viajero vuelve ya.»

Así es. Así sea.

Los libros de cabecera

De cabecera tengo los libros. En eso pensaba que días cuando andaba en clase del Laboratorio de Escritura. No quiero dejar pasar y no contar un poco cuales son mis libros que se han vuelto importantes, con o sin cabecera.
Como a muchos de los que andaron hace unos años, sentí un poco que apego al boomcito que tuvo Andres Caicedo por ahí a mediados de los noventa. Disfruté mucho leyendo ¡Que viva la música! (que me releí hace unos meses) y Destinitos Fatales (o Calicalabozo. Ya no recuerdo cual de las ediciones fue que leí primero).
Cuando andaba escribiendo la monografía de mi trabajo de grado, cayo en mis manos la referencia a un libro que se terminó convirtiendo en uno de vital importancia para el ejercicio de escritura que estaba haciendo: Zero de Ignácio de Loyola Brandão. Adorei. (Lo leí en español. Cuando estuve en Brasil me conseguí una edición en portugues, pero estoy en deuda de hacer la relectura en su idioma original, que haré cuando el libro vuelva a caer en mis manos).
Y el último escritor que me ha gustado un montón es Alberto Fuguet. La primera novela que cayo en mis manos, de rebote, de casualidad, fue Por favor rebobinar, y me encantó. Tanto así que terminé comprando después Las películas de mi vida, Tinta roja y Sobredosis. Leí después Mala Onda su opera prima. Lo que mas me gusta de las novelas de Fuguet es cuando habla de aeropuertos (y eso pasa mucho en Las películas de mi vida). Ahora lo sigo en su blog Apuntes Autistas.
Eso es. ¿Tendré mas libros en mi cabecera? Espero que sí. Siempre es bueno tener libros en la cabacera, como los que tengo ahora, y en los cuales no ha entrado la posibilidad de leerlos: Baudolino de Umberto Eco, uno de Slavoj Zizek y otro de Roland Barthes.

Stop and go!

Eso es lo que hay que hacer cuando todo se empieza a salir de control y no se vé manera de ordenar lo poco que debería estar ordenado. O cuando la condensación cerebral sólo permite continuar repitiendo una y otra vez las mismas ideas. O cuando, por alguna extraña razón, por la aguda vista externa, se cambia todo un discurso que se está trabajando, y se propone una forma de trabajo sobre una posición contigente. Pues nada. Creo que tengo que hacer esto: Stop and go! Una pequeña parada.