Club de Lectura Uno

La maravillosa vida breve de Óscar Wao. Junot Díaz. 2016 (Primera reimpresión: abril 2017). Peguin Random House Grupo Editorial. 330 páginas.


Desde hace unos meses me uní a un club de lectura. Había escuchado mucho sobre ellos, pero nunca había participado en ninguno. Solamente había visto escenas en películas gringas donde sus personajes se reunían a comentar los libros que habían leído, pero sobre todo (o así lo pensaban los guionistas) a saldar sus resentimientos con otros participantes del club. En todo caso, eran asuntos fugaces.

La invitación al club (que se llama Constanza) llegó de parte de mi hermana (gracias Alba), que desde hace unos años se juntaron con unos amigos para leer y hablar sobre grandes libros de la literatura. Hasta ahora, van por 30 libros leídos. Yo aterricé en el libro 29, y siguiendo con los breves comentarios que solía hacer sobre las novelas leídas, presento aquí mis apreciaciones sobre el libro 29, que son asÍ:

De Junot Díaz había leído Los boysEn La maravillosa vida breve de Óscar Wao, me encontré nuevamente con un relato sobre migrantes, pero esta vez cargado con el relato de una de sus causas: la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana. Díaz, originario de la RD, se adentra en los abismos de la historia para construir un novela dónde a través de Óscar Wao, como personaje principal, y de toda su familia (la Inca, Belicia, Lola) -en una narración que va del presente al pasado y del pasado al presente-, se evidencian los sufrimientos, desventuras, contradicciones, amores y desamores de una generación de dominicanos que huyeron de la dictadura (la diáspora) para enfrentar el desarraigo en un país (Estados Unidos) que todavía no quiere ser el suyo. No es fácil enfrentarse al hecho de dejarlo todo para empezar de nuevo, de dejarlo todo sin posibilidad de llevarse nada, de dejarlo todo sólo para huir de una situación desesperada. (La migración interna en Colombia -el llamado desplazamiento forzado- sigue siendo un fenómeno muy oculto. Ahora con la migración masiva de venezolanos a casi todas las ciudades colombianas, se puede ver que nunca estamos exentos de enfrentar un éxodo similar por las fluctuaciones dramáticas, que se suceden a velocidades sorprendentes, en las decisiones económicas y políticas de cada pedazo de tierra que decidió llamarse un estado o país. Así lo hace ver Ai Weiwei en su película Marea Humana). 

Díaz, a través de una escritura que refleja los modos de expresión del habla, si se quiere urbana -y en este caso, de la urbanidad estadounidense construida con la mistura inevitable de las sonoridades del español, que hará aparecer con más fuerza una nueva lengua que por ahora llaman de espanglish-, nos muestra también los elementos que forzaron el pensamiento dominicano, influenciado -como en todo el continente americano- del simbolismo y de la religiosidad africanas, y que en el caso de la novela, lleva a cuestionar si toda nuestra existencia puede estar predestinada tanto al éxito como al fracaso. Pero más que eso, es una predestinación a la maldición: “Fukú americanus, mejor conocido como fukú -en términos generales, una maldición o condena de algún tipo: en particular, la Maldición y la Condena del Nuevo Mundo” (Pág. 13). Es como pensar que cada cosa que nos sucede, es algo que nos arrastra, inevitablemente a cumplir con designios que nosotros mismos nos hemos pactado, y de los cuales algunas veces no tenemos ni el menor conocimiento que lo hemos tomado. No es más que pensar que todo el maremágnun de dictaduras que aún se camuflan por todo el planeta, son sólo el resultado de una única maldición que se conjuró en el mismo instante que decidimos conquistar y colonizar pueblos y comunidades, en el momento en que pensamos que no existen ningún otro más que nosotros; o pensar que las vicisitudes por las que atraviesan nuestras familias están signadas por alguna decisión que desata la fuerza incontenible de los hechos.

Muchos problemas que ahora nos aquejan, no están por fuera de las distinciones que se crean por las desigualdades o malcomprensiones que, como sociedad nos hacemos para diferenciarnos los unos de los otros. Estereotipos, racismo, xenofobia, violencia contra las mujeres, pueden ser sólo estados de una misma maldición (fukú): el poder. Estamos arropados con una idea poderosa que nos permita decirle a cualquiera (sea ese cualquiera un país o una persona): ¡Usted no sabe quién soy yo!

Terminé el libro pensando que Díaz pudo compilar en 330 páginas una historia que hace un acertado reflejo de lo que nos sucede ahora, y que en unos años podamos reconocer mejor su aporte, como han dicho que han hecho otras novelas.

Para finalizar, una cita:

Nunca son los cambios que queremos los que cambian todo. (Pág. 63).

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Acerca de Oscarabajo

Oscar Ayala inicia su trabajo en las artes en la Dirección Cultural Artística de Santander – DICAS. En 1998 se traslada a la ciudad de Bogotá D.C. para continuar sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia, dónde obtiene el título de grado de Maestro en Artes Plásticas con la obra Transurbano. Para el año 2007 realiza un viaje a la ciudad de Curitiba, PR, Brasil que le permite proponer un proyecto para la Maestría en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia, dónde obtiene el título con la tesis Alguien / Algún Lugar. Reflexiona sobre la relación entre técnica y arte; y sobre la experiencia de lugar en las ciudades contemporáneas mediante la experimentación con múltiples medios, que van desde el dibujo a la instalación. Realiza trabajos pictóricos / visuales con énfasis en el (medio) ambiente, paisaje y problemas urbanos, representación y percepción. Desde el año 2012 se vincula como profesor asociado del Departamento de Artes y Humanidades de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes de la Universidad del Tolima. Vive y trabaja en Ibagué, Tolima, Colombia.